Fuente: GUATEQUE.NET (http://www.guateque.net/losirunakonavarra.html)

Origen:

PAMPLONA

Miembros:

Un conjunto artístico muy singular, admirado y que permanece, a pesar del paso del tiempo, en la mente de todos los navarros porque nos emocionaron con sus canciones por su alegre forma de interpretarlas y por su variado repertorio en el que se entrelazaban los éxitos del momento, tratados con estilo propio y original con la canciones más vibrantes y festivas de nuestro folclore navarro, donde nunca faltaban las jotas y estampas de la tierra.

Desde 1956 hasta 1965 Los Iruñako fueron un altavoz del sentir popular de Navarra. Desde Canadá hasta Argentina, pasando por Estados Unidos o México ofrecieron más de 2.500 conciertos en una gira que duró tres años. Sus estampas sanfermineras, su forma de cantar la jota Navarra y el zortziko difundieron al sensibilidad del alma popular de Navarra.

Todavía nos emociona oír sus canciones a la vuelta de tantos años, pues van de generación en generación. Jesús Garatea se ha encargado bien de que se difundan sus discos en versiones modernas y actualizadas para adaptarse a los medios actuales, que reflejen los sentimientos más entrañables de esta tierra,

La música de «Los Iruñako» es una invitación a conocer Navarra.

«Los Iruñako» han sido los mejores embajadores musicales que ha tenido Pamplona. Cuando actuaban explicaban en el extranjero a los espectadadores dónde estaba nuestra ciudad y les hablaban de los Sanfermines y nuestras costumbres. Esto no lo ha hecho nadie más que ellos.

Salta a la vista la simpatía de Iñaki Astondoa, la elegancia de Enrique Abad, la bondad del desaparecido Alberto Huarte, el optimismo bonachón de Enrique Los Arcos y la ilusión siempre joven del ausente Joaquín Zabalza, que vivió cada minuto de su vida como si nunca tuviera que marchar.

¿Por qué renunciaron a seguir haciendo carrera con un contrao millonario que les ofrecieron? Porque siempre tuvieron muy clara la escala de valores, donde la familia es lo principal. La aventura de América era apasionante pero vieron a muchos músicos sentirse atrapados. Además, la memoria del casco viejo de Pamplona, las mañanas con tomate y la fiestas de San Fermìn pudieron con ellos.

Decía Aberto Moravia: «La amistad es mas difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea, decía el escritor italiano. Por eso, después de 56 años en que anunciaron sus actividades profesionales o los 47 años en que colgaron los trastos. Su recuerdo perdura y su amistad permanece. Es que por encima de todo fueron cinco amigos artistas.

De los cinco componentes sobreviven tres: Kike Los Arcos, Enrique Abad e Iñaki Astondoa. Se fueron con la música a otra parte pero con la satisfacción de haber dejado profunda huella Joaquín Zabalza y Alberto Huarte.

Discografía:

http://www.guateque.net/losirunakonavarra.html

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